Conoce todo sobre el Dolor Muscular, cómo tratarlos y aliviarlos

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El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo interna o externamente nos está afectando. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial”. Sabiendo esto, sería interesante conocer las diversas variantes que podrían generar el dolor muscular.

Para ello, se requiere definir las lesiones que más habitualmente aparecen acompañadas de dolor muscular y que de manera recurrente provocan una consulta a un profesional sanitario para su abordaje. En primer lugar, las lesiones musculares pueden ser: 

  1. Extrínsecas: Causadas por un mecanismo directo. Es el caso de los traumatismos cuando son de alto impacto. Las fibras musculares son comprimidas contra el hueso, originando enrojecimiento, dolor, calor local, rigidez y limitación funcional.
  2. Intrínsecas: Causadas por la aplicación de una fuerza tensional superior a la resistencia del tejido, cuando está en contracción activa.

 

A su vez, las lesiones musculares pueden ser agudas o crónicas:

 

Agudas o de aparición brusca, entre las que destacan:

– Contractura muscular: contracción involuntaria, duradera o permanente, de uno o varios músculos.

– Distensiones: se produce por la aplicación de una fuerza de estiramiento excesiva sobre el tejido muscular.

– Roturas o desgarros musculares: consiste en la laceración de mayor o menor número de fibras que se rompen, sangran y producen hemorragia. Existen tres grados de rotura muscular: grado I o rotura fibrilar (se rompe un número pequeño de fibras), grado II o rotura parcial (se rompen aproximadamente el 50% de las fibras) y de grado III o rotura total (se rompen todas las fibras).

Crónicas, que son consecuencia de una evolución inadecuada de las lesiones musculares agudas. Entre las causas de lesiones crónicas destacan:

– Fibrosis muscular: Pérdida de elasticidad muscular y limitación funcional leve, producida tras una rotura parcial o completa en la que no se ha realizado un tratamiento adecuado.

– Nódulo fibroso cicatricial: disposición anárquica de las nuevas fibras cicatriciales tras una rotura muscular. La aparición de un nódulo fibroso provoca dolor acentuado a la palpación y al movimiento, reducción de la elasticidad muscular e impotencia funcional.

– Miositis osificante: es una complicación grave que consiste en la inflamación crónica del tejido muscular, que pierde sus propiedades y degenera hasta convertirse en tejido óseo.

– Fibromialgia: se trata de una afección crónica cuya etiología es desconocida. Se caracteriza por la presencia de dolor crónico musculoesquelético generalizado, con bajo umbral de dolor, hiperalgesia (exagerada sensibilidad en múltiples puntos sin alteraciones orgánicas demostrables) y alodinia (dolor producido por estímulos habitualmente no dolorosos). La intensidad de los síntomas fluctúa a lo largo del tiempo.

Vale la pena resaltar el hecho de que al existir una lesión de alguno de estos tipos es recomendable asistir a una institución médica en la que se determine la gravedad y el tratamiento para reparar la lesión.

Tipos de dolor y sus causas

El dolor muscular se puede dividir en dos categorías:

  1. Relacionado con la actividad muscular: Puede aparecer durante el ejercicio físico en sí o poco después (generalmente en un plazo de 24 a 48 horas), como suele ocurrir con el dolor y la rigidez muscular, los calambres y las distensiones.

  2. No relacionado con la actividad muscular: Algunas veces, el dolor muscular puede producirse de forma independiente de cualquier tipo de actividad física. Esto podría deberse a un virus u otra afección que requiera una visita al médico.

Dichos dolores pueden afectar cualquier músculo del cuerpo, pero los más comunes son:

 

  • De cabeza: Es un dolor o molestia en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Las causas graves de los dolores de cabeza son raras. La mayoría de las personas con dolores de cabeza se pueden sentir mucho mejor haciendo cambios en su estilo de vida, aprendiendo formas de relajarse y, algunas veces, tomando medicamentos
  • Muscular de piernas: Puede deberse a calambres musculares cuyas causas comunes son, entre otras: deshidratación o cantidades bajas de potasio, sodio, calcio o magnesio en la sangre. Para quitar el dolor muscular en las piernas suelen emplearse medicamentos tales como diuréticos y estatinas.
  • Muscular en el pecho: El dolor muscular causado por la tensión, una lesión o un síndrome de dolor crónico suele ser la causa del dolor de pecho que podría ser agudo o palpitante. Tomar medicamentos antiinflamatorios (como ibuprofeno) junto con una aplicación local de calor durante unos 20 minutos por vez, 3 ó 4 veces al día, puede ayudar 
  • Muscular hombro y cuello: Generalmente es debido a una postura dañina para el cuello o estrés psicológico y/o emocional. Esencialmente son dolencias de origen óseo, articular o muscular que afectan a la región peri raquídea. La principal causa son procesos degenerativos y mecánicos, y su diagnóstico es fundamentalmente clínico. Suele aliviarse con el uso de compresas tibias, puede ser utilizado un cuello inmovilizador que permita el descanso de la zona afectada.
  • Muscular abdominal: Dolor abdominal de inicio repentino y de carácter somático (se origina por la estimulación de los receptores del dolor localizados en el peritoneo parietal y en la pared abdominal). Puede progresar en pocos días. Está bien localizado, se agrava con el movimiento, con la tos, con la respiración profunda o al cambiar la posición del cuerpo. Por lo general es el síntoma de enfermedades agudas que requieren procedimientos médicos urgentes, incluyendo intervención quirúrgica de emergencia
  • Muscular espalda: Cuando te encuentras bajo una situación estresante, los músculos de tu espalda, mandíbula y cuello tienden a contraerse. Este fenómeno ocurre debido a que el cerebro envía mensajes a través del sistema nervioso y hacia dichos músculos para que permanezcan en estado de alerta. Para aliviarlo podría suspender la actividad física normal solamente durante los primeros días y aplicar compresas frías o calientes, de ser por causa de mala postura, podría emplearse el uso de algún corrector de postura o de alguna faja..
  • Muscular en todo el cuerpo: Está muy relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por el ejercicio o el esfuerzo físico, tiende a comprometer a otros músculos específicos y comienza durante o justo después de la actividad. A menudo la actividad que causa el dolor es bastante obvia.
  • Muscular por ejercicio: Puede sentir que duelen o se tensan aproximadamente 12 horas después de hacer ejercicio. En algunos casos, el malestar puede alcanzar su punto máximo de 48 a 72 horas después. Esto se llama dolor muscular de inicio tardío. Durante este tiempo, sus músculos se reparan y se fortalecen
  • Muscular por estrés: La tensión muscular por estrés puede presentarse con síntomas simples como molestias, dolor en área afectada, incluso rigidez general. Se ha asociado con el dolor de cabeza, dolores musculares crónicos, contracturas e incluso espasmos musculares

¿Cómo aliviar el dolor muscular?

En definitiva es incomodo padecer cualquier dolor durante largos periodos de tiempo, es de gran ayuda saber reconocer los dolores musculares y que podemos hacer para disminuir la intensidad de los mismos.


  • Crema dolor muscular: Estas cremas para dolores musculares muy fuertes con componentes analgésicos naturales están concebidas para aliviar rápidamente los dolores musculares, y a veces son hasta más eficaces que los antiinflamatorios orales.
  • Gel para dolor muscular:  Un gel analgésico probado clínicamente actúa directamente sobre el área afectada. Si contiene diclofenac, está diseñado para penetrar la piel y actuar directamente en el punto del dolor.
  • Parches para dolor muscular: Los parches de capsaicina sin receta (de venta libre), se utilizan para aliviar los dolores menores en los músculos y las articulaciones causados por la artritis, dolores de espalda, esguinces musculares, contusiones, calambres y esguinces.
  • Pastillas para el dolor muscular: Los fármacos más eficaces con que se cuenta para el control de la espasticidad incluyen el baclofeno, el diazepam y el dantroleno, siendo las pastillas más populares diclofenac e ibuprofeno.
  • Ejercicios de estiramiento: Tienen una serie de beneficios notables de cara a cualquier deportista, ya que aumentan la flexibilidad de los músculos, disminuyen la cantidad de ácido láctico en los mismos, reducen la probabilidad de lesiones y previenen el endurecimiento muscular después del ejercicio.
  • Atención médica: Cuando la lesión es seria, se puede identificar la mayoría de las veces por la exploración física. Las pruebas de imagen (ecografía  y resonancia magnética) son de gran ayuda, sobre todo para confirmar diagnósticos y emitir pronósticos.

 

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